miércoles, 8 de julio de 2009

Adios

No quiero encontrarte
cuando mis ojos ya no vean el color de tus pupilas
ni distingan cada trazo de tu rostro,
cuando la espera haya matado en ellos la esperanza.
No quiero esperar
que se marchiten mis manos
ni las tuyas, ni los cuerpos,
para resucitar la memoria de la piel
al reencontrarse.
No quiero la vida
congelada en los relojes
en lento compás de espera
y loco ritmo de vida.
Así que, amor de entonces,
aquí se acaba esta historia
de esperanzas y de esperas,
de sueños y de recuerdos.
Hoy muere al ayer, nace el mañana,
voy a almacenar recuerdos, a dar cuerda a los relojes,
y a dejar que la vida me sorprenda
un paso más allá, sin limitarla.

martes, 7 de julio de 2009

Destiempo

Cuando amabas mi simpleza
temía yo tu madurez,
si deseabas mi ternura
yo huía sin comprender,
y temblaba en tu presencia
cuando tu boca buscaba
la mía con avidez.
En el destiempo continuo
del amor que me brindaste
se perdieron mis suspiros
sin entender el milagro
de la caricia en tus manos
esperando por mi piel.
Después quise ser tan tuya
como el deseo pudiera
y entregarte mi ternura
e impregnarme de tu piel…
Pero el tiempo en que me amaste
no fue el mismo en que te amé,
y desgarró mis sentidos
el dolor que no tenerte
(el mismo que provoqué)
y me quedaron las manos
de caricias atestadas,
el alma desencajada
y el vacío de saber
que me amaste
y que te amé
con un amor a destiempo,
triste amor de desencuentros
que ya no puede volver…